


TurboRoo es el nombre del perro que nació sin sus dos paticas delanteras, fue abandonado en la veterinaria por su primer propietario porque no podía atenderlo. Ashley Looper, su veterinaria, se encariñó con él y decidió tomarlo en adopción.
Ashley, al ver saltando al TurboRoo por no tener sus paticas, pensó en que un carrito le podría servir para mejorar su vida y poder desplazarse con facilidad para jugar con sus amigos cachorros.
Indagando por la internet, su propietaria logró contactar a un ingeniero llamado Mark, presidente de una compañía estadounidense llamada “3DYN”, que fabrica piezas en 3D. Mark, sin avisar ni tener medidas fabricó el carrito que necesitaba TurboRoo para poder caminar. Ahora TurboRoo vive feliz.
Fuente: www.antena3.com
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